Los granos de café son en realidad las semillas de las bayas comestibles de la planta del café. Las bayas verdes se tuestan hasta distintos grados para lograr el sabor deseado, antes de molerlos y preparar el café.
Las plantas de café se cultivan en las zonas tropicales o subtropicales del mundo. Crecen a altitudes elevadas con un clima fresco y húmedo.
Existen dos tipos de granos de café: Arabica y Robusta. Arabica es la variedad más popular y tiene un sutil sabor aromático, mientras que Robusta contiene más cafeína. La mayoría de mezclas e café contienen una combinación de las dos.
Cuando han crecido totalmente, las bayas de café rojas se recolectan a mano. Después, las semillas se extraen y se secan. Las bayas que no están maduras se dejan en la planta hasta que lo hagan.
Para obtener el sabor deseado y resaltar determinadas características, los granos de café verdes se tuestan hasta distintos grados. Hay tres niveles principales de tostado: marrón claro, marrón medio y marrón oscuro. Cuanto más oscuro es el tostado, menor es el nivel de cafeína.
Mediante la mezcla de diferentes tipos de granos de café y niveles de tostado se obtienen cafés distintivos y personalizados, o un sabor consistente. Es un arte que requiere olfato y capacidad para catarlo, además de un paladar refinado. Los granos se mezclan según las características y calidades individuales que se extraen durante el tostado, como los sabores a cacao, los aromas florales, las notas ricas y la acidez intensa.
Hay muchos elementos que entran en juego en una preparación perfecta: el molido, la temperatura, el tiempo de extracción y la relación de café y agua. Nuestras cafeteras automáticas lo hacen todo por ti con solo pulsar un botón. Además, nuestras cafeteras manuales sacan el barista que llevas dentro.
Un expreso tiene su propia capa de crema. Para el resto de tipos de café, puedes calentar, preparar espuma o montar, lo que te pida el cuerpo. Utiliza leche entera para que la textura y el sabor sean óptimos, y utilízala siempre directamente del frigorífico.
Los granos de café son en realidad las semillas de las bayas comestibles de la planta del café. Las bayas verdes se tuestan hasta distintos grados para lograr el sabor deseado, antes de molerlos y preparar el café.
Las plantas de café se cultivan en las zonas tropicales o subtropicales del mundo. Crecen a altitudes elevadas con un clima fresco y húmedo.
Existen dos tipos de granos de café: Arabica y Robusta. Arabica es la variedad más popular y tiene un sutil sabor aromático, mientras que Robusta contiene más cafeína. La mayoría de mezclas e café contienen una combinación de las dos.
Cuando han crecido totalmente, las bayas de café rojas se recolectan a mano. Después, las semillas se extraen y se secan. Las bayas que no están maduras se dejan en la planta hasta que lo hagan.
Para obtener el sabor deseado y resaltar determinadas características, los granos de café verdes se tuestan hasta distintos grados. Hay tres niveles principales de tostado: marrón claro, marrón medio y marrón oscuro. Cuanto más oscuro es el tostado, menor es el nivel de cafeína.
Mediante la mezcla de diferentes tipos de granos de café y niveles de tostado se obtienen cafés distintivos y personalizados, o un sabor consistente. Es un arte que requiere olfato y capacidad para catarlo, además de un paladar refinado. Los granos se mezclan según las características y calidades individuales que se extraen durante el tostado, como los sabores a cacao, los aromas florales, las notas ricas y la acidez intensa.
Hay muchos elementos que entran en juego en una preparación perfecta: el molido, la temperatura, el tiempo de extracción y la relación de café y agua. Nuestras cafeteras automáticas lo hacen todo por ti con solo pulsar un botón. Además, nuestras cafeteras manuales sacan el barista que llevas dentro.
Un expreso tiene su propia capa de crema. Para el resto de tipos de café, puedes calentar, preparar espuma o montar, lo que te pida el cuerpo. Utiliza leche entera para que la textura y el sabor sean óptimos, y utilízala siempre directamente del frigorífico.
Considerados el champán del café, los granos de Arabica tienen una asombrosa riqueza aromática que produce un sabor suave y profundo al mismo tiempo.
Considerados los reyes de la cafeína del café, los granos de Robusta contienen aproximadamente el doble de este estimulante que los granos de Arabica. Esto aporta al café un sabor intenso y ligeramente amargo.
Para disfrutar de una experiencia gourmet poco habitual, prueba los apreciados granos extraídos de las deposiciones del gato de algalia indonesio. Esta criatura, similar a una mangosta, se deleita con las bayas de café antes de excretar las semillas. El proceso digestivo por el que pasan las bayas aporta a los granos su distintivo sabor.
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