Lave la fruta o las verduras y córtelas en trozos para que quepan por el orificio de entrada.
Quite las pieles o cáscaras duras, como las de la piña, la naranja y la granada. Ya no tiene que quitar las pieles o cáscaras finas.
En el caso de frutas con hueso, como melocotones, ciruelas o cerezas, retire el hueso antes de licuar.