Puede deberse a que hay algún ordenador portátil que emite señales de infrarrojos y está colocado lo suficientemente cerca del grabador de DVD como para que éste detecte la señal de infrarrojos.
Asegúrese de que no haya ningún ordenador portátil que emita señales de infrarrojos cerca del grabador de DVD. Si lo hubiera, asegúrese de que esta función está desactivada en el ordenador portátil, o bien cubra el sensor de infrarrojos para que no se envíen señales al grabador de DVD.