RCP, descargas y semanas de recuperación
Jeff llamó al 911. El operador le ayudó a mantener la calma y le dio instrucciones para comenzar con la resucitación cardiopulmonar (RCP).
En tres minutos, llegaron los bomberos. “Cuando llegamos, vimos que Jeff le realizaba a su mujer maniobras de RCP ayudado por el operador mientras ella estaba en cama. Dos de mis bomberos pusieron a Julia en el suelo y continuaron con la RCP mientras yo encendía el HeartStart FRx de Philips y le colocaba los electrodos”, indica Ed Hampton, bombero II y técnico del SME en el Departamento de Bomberos de Pinecroft Sedgefield. El FRx indicó que se administrara una descarga y así lo hicimos.
Por desgracia, la primera descarga no tuvo éxito. Los bomberos siguieron realizando la RCP y administraron dos más cuando llegó el equipo del servicio de emergencias médicas (SEM). “El personal de emergencias se hizo cargo de la situación y utilizaron un desfibrilador manual para administrar tres descargas más. Tras seis descargas, conseguimos recuperar el ritmo cardiaco y detectamos pulso”, recuerda Ed.
Julia se encontraba muy mal. Se la trasladó al hospital e inmediatamente fue llevada al laboratorio de cateterismo. A pesar del tratamiento, seguía inestable.
El gran amor que logró un final feliz
Tras un par de semanas, Julia empezó a mejorar, pero aún tardó mucho más en recuperar la memoria. “Recuerdo que me desperté en el hospital y vi una nota escrita a mano por mi marido que decía: ‘Estás bien. Te queremos’. Lo escribió una y otra vez”.
“Cuando llegamos, Julia había estado sin pulso ni respiración durante unos cinco o seis minutos. Jeff estaba realizando la RCP, pero sin el DESA para administrar descargas y revertir la fibrilación ventricular hasta lograr un ritmo sinusal, lo más probable es que Julia no hubiera sobrevivido”, apunta Ed.
Según Julia, no puede expresar con palabras la gratitud que siente hacia las personas que vinieron a ayudarla cuando más lo necesitaba. “Todo salió perfecto”.