Matt McKenna era un joven deportista de 15 años. Acababa de volver de un campamento de verano intensivo de lacrosse y daba volteretas desde un trampolín cuando su madre, Wendy, notó que pasaba algo malo. Se puede sufrir un PCR a cualquier edad Un PCR es un funcionamiento eléctrico incorrecto del corazón y puede suceder a cualquier edad. Los impulsos eléctricos al corazón se vuelven erráticos y el corazón no es capaz de bombear sangre. Al igual que Matt, las víctimas normalmente se desmayan y pierden rápidamente el conocimiento. Es necesario restablecer inmediatamente el ritmo cardiaco o pueden morir. Y el único modo de restablecer el ritmo cardiaco es mediante la descarga de un desfibrilador. Un socorrista salva a Matt Cuando Wendy comenzó a pedir ayuda, el gerente de la piscina avisó a un socorrista para que llevara un desfibrilador. Mike Mierzwa, uno de los socorristas de guardia actuó rápidamente. Corrió a por el desfibrilador y lo llevó hacia donde se encontraba una multitud cada vez más numerosa. Aunque Mike había recibido recientemente formación sobre cómo utilizar un DESA, no era un profesional sanitario. Se arrodilló junto a Matt, abrió el desfibrilador externo semiautomático (DESA) HeartStart de Philips y empezó a seguir las indicaciones de voz del desfibrilador. Colocó los electrodos en el pecho de Matt y esperó a que el equipo analizara el ritmo cardiaco. El HeartStart detectó una desfibrilación ventricular, el ritmo cardiaco anómalo causado por el PCR. Indicó que se administrara una descarga. Mike pulsó un botón y administró una descarga al corazón de Matt. El DESA volvió a analizar el corazón, pero esta vez sí registró un ritmo normal. El corazón de Matt latía de nuevo. Aun así, Matt seguía sin respirar. Mike siguió administrando insuflaciones de rescate hasta que llegó la ambulancia. Actualmente, Matt ha vuelto a sus actividades habituales gracias a la rápida reacción de Mike.
Matt estaba de rodillas, agachado con la cabeza casi tocando el suelo. Cuando Wendy llegó corriendo y comenzó a zarandearle, no respondió. Estaba azul porque le faltaba oxígeno.
Matt sufría un paro cardiaco repentino (PCR).
Matt McKenna sobrevivió a un PCR gracias a que un DESA HeartStart restableció su ritmo cardiaco.
You are about to visit a Philips global content page
Continue