03 de febrero de 2022 – Tiempo estimado de lectura: 3-5 minutos
Según un estudio reciente del Foro Económico Mundial [3], el impacto económico mundial de las cinco enfermedades crónicas principales-que incluyen el cáncer, la diabetes, las enfermedades mentales, las cardiopatías y las enfermedades respiratorias- podría alcanzar los 41 billones de euros en los próximos 20 años. Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud predice que el déficit mundial de profesionales sanitarios cualificados alcanzará los 18 millones en 2030 [4]. Está claro que, incluso sin el caos añadido que conlleva una pandemia mundial, la carga de las enfermedades crónicas -que también tienen repercusiones duraderas en el bienestar social y psicológico de los pacientes, además de su bienestar físico- pronto será demasiado para nuestros sistemas sanitarios. Por todo ello, muchas organizaciones sanitarias están pasando de un modelo de intervención a otro de prevención: un modelo en el que los recursos se dedican a detectar y prevenir problemas médicos antes de que tengan la oportunidad de causar síntomas, convertirse en enfermedades crónicas o desencadenar acontecimientos que pongan en peligro la vida. Para muchas partes del ecosistema sanitario, desde los profesionales de la salud hasta los agentes tecnológicos y los organismos gubernamentales, la esperanza es que un modelo de atención preventiva sea la solución para aliviar la carga de las enfermedades crónicas en nuestros sistemas de salud y, en última instancia, para ofrecer una atención de mayor valor centrada en facilitar resultados más saludables.
El concepto de atención preventiva no es nuevo: las revisiones anuales y las vacunas son dos ejemplos de cómo la atención preventiva se ha adoptado ya desde hace décadas. Pero en los últimos años, la transformación digital de la atención sanitaria ha dado lugar a innovaciones revolucionarias que están acelerando rápidamente el cambio hacia la atención preventiva a escala. He aquí tres ejemplos significativos:
Impulsadas por el auge de la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT), muchas organizaciones sanitarias tienen ahora a su disposición algoritmos que pueden alimentarse con datos históricos y en tiempo real sobre sus pacientes, para poder hacer predicciones significativas y oportunas sobre los posibles resultados y las opciones de tratamiento. En muchos casos, esta información puede servir para tomar decisiones tanto a nivel multitudinario como de población. Por ejemplo, en cardiología, las plataformas de diagnóstico integradas y mejoradas con análisis predictivos están dando a los equipos de atención cardiológica el poder de anticiparse a los resultados con mayor precisión, tomar decisiones clínicas más rápidas y (gracias a esos conocimientos) asignar vías de tratamiento más eficaces a sus pacientes, reduciendo el riesgo de eventos e intervenciones inesperadas en el futuro.
La monitorización remota de pacientes se refiere a una amplia gama de soluciones que permiten a los equipos de atención médica evaluar y, a veces, incluso tratar a los pacientes fuera de los entornos clínicos convencionales, para una gestión más controlada de las enfermedades crónicas, una mayor supervisión de los pacientes entre las visitas y menos reingresos en el hospital. Por ejemplo, las soluciones de monitorización cardiaca a distancia, como los dispositivos portátiles e implantables, pueden ofrecer a los equipos asistenciales una supervisión permanente de sus pacientes desde cualquier lugar, recogiendo datos sobre las constantes vitales en tiempo real y señalando cualquier signo de problemas cardiacos inminentes a la primera ocasión. Gracias a este tipo de soluciones, las personas con comorbilidades complejas pueden finalmente salir de los eventos o procedimientos cardíacos y seguir viviendo de forma independiente, con la seguridad de que sus valiosos datos de salud se comunican de forma continua y segura con sus equipos de atención.
Métodos para la participación digital de los pacientes, como las aplicaciones de seguimiento de la salud o los portales de pacientes, permiten a las personas asumir un papel más activo en la gestión de su salud y bienestar. También ayudan a los pacientes a maximizar el cumplimiento del tratamiento de las enfermedades existentes y a iniciar diálogos con sus equipos de atención, para informar más rápidamente de los síntomas y tener un mayor acceso a la información y el asesoramiento. Por ejemplo, las aplicaciones de asesoramiento sanitario previo a la cirugía ayudan a los pacientes a estar en condiciones óptimas antes de someterse a una intervención quirúrgica electiva, de modo que puedan maximizar las posibilidades de acortar la estancia en el hospital y minimizar las posibilidades de reingreso. Las plataformas de colaboración entre pacientes y proveedores están ayudando a los hospitales a reducir la necesidad de consultas físicas, hasta tres por paciente al año. Y en el ámbito de la salud bucodental, los cepillos de dientes eléctricos, junto con las aplicaciones de asesoramiento sobre salud, ayudan a adultos y niños a controlar sus hábitos de cepillado, a conocer mejor la relación entre la salud bucodental y la sistémica, y a mantener el compromiso de desarrollar hábitos saludables para toda la vida.
Con alrededor de uno de cada tres adultos tratados por enfermedades crónicas complejas en todo el mundo [5], muchas de las cuales se han identificado como enfermedades evitables relacionadas con el estilo de vida, la necesidad de un modelo de atención más preventiva es muy evidente. La pandemia ha impulsado gran parte de la transformación digital que está facilitando el cambio hacia la atención preventiva, pero estos avances deberían haberse producido hace tiempo. Para conseguir que la atención preventiva sea un éxito en todos los mercados y aliviar la carga de enfermedades crónicas padecidas en todo el sector durante años, tenemos que ir más allá: derribar las barreras entre departamentos y especialistas, eliminar los obstáculos que separan a los pacientes de los cuidadores y tender un puente entre los entornos sanitarios y los hogares de las personas.
Referencias [1] Asociación Médica Británica. Análisis de los datos sobre el retraso del NHS (bma.org.uk) [2] The New Zealand Herald. India Covid-19 appeal: 'Up to 75 patients waiting for each hospital bed' - NZ Herald [3] Foro Económico Mundial. WEF_Harvard_HE_GlobalEconomicBurdenNonCommunicableDiseases_2011.pdf (weforum.org) [4] Clinton Health Access. Hay una escasez mundial de enfermeras. COVID-19 lo está agravando. - Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud [5] Science Direct. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2211335518302468