nov 07, 2022 - Tiempo de lectura 1-3 minutos
Un hospital inteligente, tal y como lo concebimos, conecta a las personas, los datos y la tecnología de forma inteligente para mejorar las experiencias asistenciales de principio a fin y las transiciones fluidas entre los entornos asistenciales, desde el hospital hasta el hogar.
Más concretamente, distinguimos cuatro principios fundamentales:
Hoy en día, la atención hospitalaria requiere una gran cantidad de mano de obra, lo que supone una presión cada vez mayor sobre el personal, ya que los hospitales se enfrentan a una creciente escasez de personal y a tasas alarmantes de agotamiento entre el personal sanitario. Los hospitales inteligentes recurren a la automatización del flujo de trabajo para liberar a los profesionales sanitarios de las tareas repetitivas que obstaculizan la atención al paciente. Al mismo tiempo, utilizan información operativa centralizada para prever y gestionar el flujo de pacientes en todos los entornos, y para gestionar la asignación de personal, camas y equipos médicos para una utilización óptima de los recursos.
En su afán por ofrecer una atención especializada y (post) aguda de calidad superior, los hospitales inteligentes conectan los datos de los pacientes entre diferentes modalidades y sistemas, convirtiéndolos en información que respalda la toma de decisiones clínicas en el punto de atención. Como parte integrada de una red asistencial más amplia, adoptan la colaboración virtual y la monitorización remota del paciente para ampliar la línea de visión de los profesionales sanitarios más allá de las paredes del hospital.
Al reconocer que las personas quieren desempeñar un papel más proactivo en su propia atención, los hospitales inteligentes ofrecen a los pacientes y a sus familias herramientas de participación digital a lo largo de todo el proceso de atención, incluso antes de entrar en el hospital. También crean entornos asistenciales centrados en el ser humano que favorecen el bienestar del paciente y del personal, incluso en las condiciones más estresantes.
Convertirse en un hospital inteligente tiene que ver tanto con la transformación organizativa y cultural como con la tecnología. Los hospitales inteligentes desarrollan e integran nuevas capacidades organizativas para sostener la innovación digital y crear una cultura de mejora continua.
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