La disnea es una sensación de falta de aire debido a la baja oxigenación de los tejidos y la retroalimentación negativa de los receptores de las vías respiratorias en el cerebro humano. La falta de aire y dificultad para respirar, puede aparecer en el esfuerzo o después de las comidas, y es una sensación común en pacientes con enfermedades crónicas, como diabetes, fibrosis quística, VIH-SIDA, enfermedad cardíaca, EPOC, bronquitis u obesidad.
La falta de aire es un síntoma que se intenta corregir con el uso de fármacos pero, en opinión del doctor Joan Escarrabil, Director del Programa de Atención a la Cronicidad del Hospital Clínic y Director del Plan Director de Enfermedades del Aparato Respiratorio de la Generalitat de Catalunya, “los pacientes sienten que solo el uso de medicamentos no es suficiente para controlar su ahogo y falta de aire. Nos centramos en tratar la disnea, pero a veces no velamos lo suficiente por la calidad de vida del paciente”.
Salir de la espiral de la disnea
Los tratamientos de disponibles para la disnea a través de broncodilatadores se centran en controlar el ahogo que en muchos casos puede ser incapacitante, pero no cubren el carácter subjetivo de la disnea.
En opinión de los expertos el abordaje del ahogo o falta de aire de los pacientes implica considerar los aspectos físicos y psíquicos del paciente, intervenir en la percepción de la disnea y, por lo tanto, según afirma el doctor Escarrabil “ir más allá de la administración de broncodilatadores”. El acercamiento a la disnea exige además, dotar de un soporte psicológico al paciente para afrontar y adaptarse a la enfermedad e incorporar una actividad física progresiva, de tal manera que “se ayude al paciente a salir de la espiral de la disnea”.
Esta forma de entender la disnea exige, por lo tanto, cambios en la mentalidad del médico y de las organizaciones sanitarias para mejorar el cuidado y la experiencia de los pacientes, ya que, muchas veces “tenemos tres soluciones terapéuticas que deben ser complementarias y solo utilizamos una, que es la farmacológica”.
La cara oculta de la disnea
Un estudio observacional realizado en el Hospital Clinic de Barcelona, con la colaboración de Philips, sobre el impacto de la disnea en el paciente y su entorno ha facilitado una mayor comprensión de la experiencia del paciente con disnea (la cara oculta) que implica problemas de ansiedad, aislamiento, incapacidad y que implican un fuerte impacto en la calidad de vida de los pacientes.
“El trabajo realizado en el Hospital Clinic permite sacar la disnea del armario, contemplar los aspectos educativos, psicológicos y sociales que pueden ayudar al paciente a manejar las crisis”. De la misma forma, afirma este experto, “el trabajo de investigación cualitativa pone de relieve el papel del cuidador, ya que su implicación es esencial para que el paciente siga la terapia y mejorar los resultados”.
Soluciones de Philips en salud respiratoria
Philips es una empresa de tecnología líder en innovación que se preocupa por la salud respiratoria de las personas. La compañía está presente en todo el continuo de la salud, desde el hogar hasta la atención sanitaria, con innovaciones que mejoran la vida de consumidores y pacientes. Cuidamos la calidad del aire que respiramos en nuestras casas con dispositivos purificadores que reducen la exposición a alérgenos y agentes contaminantes. Facilitamos la detección y el diagnóstico de problemas respiratorios muy prevalentes en la población, como el asma, la apnea del sueño o la EPOC. Desarrollamos soluciones eficaces para su tratamiento que ayudan al paciente a conseguir una mejor adherencia. Conectamos el hospital y el hogar y facilitamos el intercambio de datos entre médicos y pacientes para proporcionar un tratamiento personalizado.