Cada año se producen en España más de 24.000 paradas cardíacas, con una supervivencia del 5%. En el mundo del deporte, profesional o amateur, muere una media de 120 personas al año por esta causa en nuestro país.
De acuerdo con el consenso sobre instalación de desfibriladores en espacios públicos, elaborado por el Consejo Español de Resucitación cardiopulmonar y la Fundación Gaspar Casal, la desfibrilación es la única intervención eficaz que existe para tratar el paro cardíaco. Un acceso rápido a la desfibrilación podría aumentar las probabilidades de supervivencia en 3 de cada 4 casos de paro cardíaco repentino. Las características de los actuales desfibriladores, automatizados y seguros, junto a su demostrada utilidad en la cadena de resucitación, ha motivado que la comunidad científica recomiende en su conjunto la difusión e implantación de esta tecnología en áreas de acceso público, si bien no existe una normativa armonizada al respecto en el conjunto del territorio español
El desfibrilador Heartstart, de Philips, es pequeño y ligero, por lo que facilita su transporte hasta la víctima. Guía paso a paso tanto el proceso de desfibrilación como el de reanimación cardiopulmonar mediante claras instrucciones de voz en castellano y es capaz de adaptar dichas indicaciones a los distintos grados de habilidad del usuario. Los electrodos de desfibrilación integrados, colocados sobre la piel desnuda de la víctima analizan su ritmo cardiaco para luego transmitir dicha información al desfibrilador, por lo que el uso del desfibrilador semiautomático no provocará en ningún caso daño alguno al paciente, ni siquiera por accidente, ya que el botón a través del cual se aplica la descarga no se activará si el ritmo cardiaco analizado no es susceptible de descarga.
Todas las novedades sobre estas actividades podrán seguirse a través de las cuentas de twitter de @Philips y @chemitamartinez así como en el hashtag #enmenosde10 #retoRCPPalma