A través del escáner, se visualiza la cantidad de placa blanda que tiene un paciente en sus coronarias, factor que se relaciona directamente con el riesgo de infarto. “Procedemos a fotografiar la placa obstructiva con absoluta nitidez, aprovechando el desarrollo tecnológico de nuestro equipo, el más avanzado en el mundo, que consigue en unos segundos ofrecernos unas imágenes espectrales del interior de nuestras arterias coronarias”, explica el doctor.
Interiorizar conductas cardiosaludables
Además de diagnosticar de manera precoz el origen de los infartos de corazón y cerebro, Bach Care decidió observar, analizar el aprendizaje y aplicar estrategias diferentes con el fin de contribuir a modificar la tendencia al alza de esta enfermedad. De hecho, nace la otra parte del método, la del aspecto conductual.
Como reconoce el director del centro, se ha demostrado científicamente que es tan importante el conocimiento de los factores de riesgo y los hábitos de vida cardiosaludables como el hecho de interiorizar esas conductas para que se mantengan en el tiempo. “Es sabido que el entorno familiar y laboral de cada persona es diferente, por ello nosotros nos encargamos de adaptar las propuestas cardiosaludables de forma individual para que se puedan llevar a cabo y no generen frustración en las personas”, puntualiza el doctor.
Se trata de un modelo innovador basado en la prevención que combina la ciencia médica y la tecnología con la arquitectura terapéutica para mejorar la calidad de vida de los pacientes. “El bienestar que ofrecemos genera una sensación vital en las personas que lo reciben que se traduce en una mejoría de su calidad de vida”, concluye el director del Bach Care Abama.