Los beneficios para la salud de la lactancia materna, tanto para el bebé como para la madre, son sobradamente conocidos. Sin embargo, aunque las tasas de iniciación a la lactancia tras el nacimiento se mantienen elevadas, entre el 60% y el 95%, muestran una tendencia a la baja en los últimos años. Esto se está traduciendo en menores tasas de lactancia materna a los seis meses de vida.[i]
El apoyo a las madres que quieren dar el pecho a sus hijos es esencial, especialmente cuando las mujeres tienen cada vez menos tiempo para dedicar a la lactancia y deben compatibilizar la maternidad con su carrera profesional. Sus parejas pueden desempeñar un papel más activo en el proceso de lactancia y, afortunadamente, muchas afirman querer hacerlo, según una encuesta realizada en nuestra aplicación Embarazo +.
Diversos estudios indican que las mujeres que reciben apoyo de sus parejas son más proclives a iniciar y mantener en el tiempo la lactancia.[ii]
Asimismo, la participación activa de la pareja en la lactancia del bebé favorece los vínculos emocionales entre ambos en el periodo postparto.[iii] Esto se traduce en diferentes beneficios para el recién nacido, como menos casos de retrasos en el desarrollo cognitivo y más ganancia de peso en niños prematuros.[iv]