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    ¿Por qué me despierto cansado todos los días? 

    Dra. Irene Cano

    ¿Por qué me despierto cansado todos los días?

    ¿Por qué me despierto cansado todos los días?

    Dra. Irene Cano

    Dra. Irene Cano

    La Dra. Irene Cano es neumóloga y especialista en Trastornos del Sueño en el Hospital de Getafe y en el Instituto del Sueño en Madrid y, según su experiencia, las causas por las cuales nos podemos despertar cansados todos los días se dividen en dos: haber dormido menos horas de las que corresponde por edad y perfil o dormir la suficiente cantidad de horas, pero con un sueño de mala calidad.

     

    Las causas por las que las personas suelen levantarse cansados todos los días suelen ser dos: 

    • Haber dormido menos horas de las que corresponde por edad y perfil. 
    • Dormir la suficiente cantidad de horas, pero con un sueño de mala calidad.
       

    Por un lado, y como explica la Dra. Cano, “dormir menos horas de las que nos corresponden es la causa más frecuente por la que nos levantamos cansados y es lo que se denomina privación crónica de sueño”. Normalmente, este hecho viene dado por los malos hábitos de sueño instaurados en nuestra sociedad y más acusados en España, en los que se cena tarde y la hora de irse a la cama se retrasa, pero la hora de levantarse es la misma. Los diferentes tipos de insomnio, tanto el de inicio, como el de mantenimiento y el despertar precoz también pueden producir este déficit en las horas de descanso necesarias.

     

    Por otro lado, la Dra. Cano añade que “hay gente que, aunque duerme las horas suficientes, lo hace con un sueño de mala calidad. Un hecho que puede ser generado por diversas enfermedades que no están relacionadas con el sueño, (como por ejemplo un dolor crónico), o por trastornos específicos del sueño (como el síndrome de apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas)”.

     

    En ambos casos, hay que estar atentos para identificar el problema y por ello hay que tener en cuenta que las causas que producen el déficit de descanso pueden ser a veces el motivo mismo de algunos despertares durante la noche. Por ejemplo, según destaca la Dra. Cano, “podemos tener un dolor crónico, una tos persistente o pausas respiratorias que habitualmente no despiertan completamente a la persona, sino que le provocan micro-despertares que les fragmentan e interrumpen el sueño”. En otros casos, como destaca la especialista, “el motivo que provoca el despertar no es la causa, sino la consecuencia” de un trastorno del sueño subyacente. Esto ocurre por ejemplo con la nocturia, “una necesidad de levantarse a orinar por la noche varias veces y que puede ser consecuencia de la apnea del sueño”.

     

    Además, hay un porcentaje de personas cuyo principal motivo para levantarse cansado todos los días reside en un trastorno más llamativo llamado “despertar precoz”, en el que el paciente se despierta muy pronto y no se puede volver a dormir. Cuando esto ocurre más de tres veces por semana, conviene consultar con un especialista de sueño. Este trastorno suele estar relacionado con estados depresivos o alteraciones del estado de ánimo y “la manera más efectiva de afrontarlo es llevar a cabo una terapia cognitivo-conductual”. Esta terapia, basada en una serie de pautas psicológicas para “entrenar y manejar este tipo de insomnio”, es efectiva hasta en un 80% de los casos. La primera de las recomendaciones es, por encima de todas, que una vez despierto el paciente nunca permanezca en la cama y salga fuera del dormitorio bajo una luz tenue para realizar alguna actividad relajante como la lectura.

    En casos de despertar precoz, no hay que permanecer en la cama, siempre hay que salir del dormitorio y, si ocurre entre una y media hora antes de la hora habitual de despertarse, aconsejamos levantarse y empezar el día. Ese día tampoco deberíamos hacer una siesta especialmente larga porque estaríamos cronificando ese insomnio”

    Dr. Cano

    El motivo fundamental por el que no se recomienda quedarse en la cama es la ansiedad que genera a la persona insomne el hecho de no poder dormirse aun estando en un espacio propicio para ello. Al final, si esto se repite, los pacientes acaban por realizar una asociación inconsciente entre la cama y la preocupación y la ansiedad nada recomendable.

     

    Precisamente, la Dra. Cano destaca la relevancia de la relación bidireccional entre la privación de sueño y el estado anímico de las personas. Y es que “la alteración de ánimo, ya sea por ansiedad o depresión, puede ocasionar trastornos de sueño y el hecho de tener una mala calidad del sueño o una escasa cuantía también va a afectar anímicamente”, según la especialista.

     

    Sus recomendaciones por tanto se basan en la creación de una rutina de sueño que nos ayude a preparar el descanso diario: “lo primero es asegurarse de que se cumple un tiempo adecuado de sueño, que en los adultos debería ser entre siete y nueve horas, en los adolescentes entre ocho y diez y en niños más pequeños entre once y catorce horas. Después, hay que conseguir una temperatura de entre 18 y 20 grados y lograr un silencio absoluto sin luz”. Además, toda la actividad diurna “influye muchísimo en cómo va a ser nuestra noche”, por lo que cuanto más nos expongamos a la luz durante el día, mejor descansaremos. Por último, pero no menos importante, es importante dejar de lado los dispositivos electrónicos hasta dos horas antes de irse a dormir para lograr una desconexión total y una restricción en la exposición a la luz azul que emiten estos aparatos, responsable de la inhibición de la melatonina (hormona que regula el sueño).

     

    Todo ello configura una rutina que, en la mayoría de los casos podría ayudarnos a levantarnos más descansados por la mañana. Si, aun así, los despertares siguen caracterizándose por el cansancio, el primer paso es acudir al médico.

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