Aunque las afeitadoras Philips están diseñadas para ser suaves con la piel, a veces pueden aparecer rojeces o irritaciones después de su uso.
Para minimizar los problemas de la piel tras el afeitado o recorte:
- Inspeccione visualmente la lámina de afeitado antes de utilizarla para asegurarse de que no está dañada. Si observa algún daño en la lámina o una disminución del rendimiento de afeitado, sustituya la lámina inmediatamente y no utilice el dispositivo si la lámina está dañada. Puede comprar una lámina de afeitado de repuesto aquí.
- Antes de cada uso, asegúrese de que la afeitadora esté limpia y cargada.
- Para un afeitado óptimo, asegúrese de que la piel esté limpia antes de utilizar la afeitadora. El recorte previo del vello largo y la exfoliación 24 horas antes del afeitado pueden ofrecer un afeitado superior y, al mismo tiempo, reducir los problemas de la piel.
- Si la afeitadora incluye un protector para la piel u otro peine-guía para las zonas íntimas, utilícelo siempre que afeite zonas sensibles.
- Utilice la mano libre para estirar la piel y minimizar los pliegues y las arrugas, con el fin de proporcionar una superficie lisa por la que deslizar la afeitadora.