Una muestra digitalizada puede mejorar la eficiencia y reducir las carencias del flujo de trabajo analógico: no se rompe, no se pierde, su envío no cuesta tiempo ni dinero, ni requiere un espacio de almacenamiento físico. Además, se puede compartir de forma remota para colaboraciones rápidas, o bien archivarla y acceder con toda inmediatez. En definitiva, un nuevo formato para dinamizar los servicios con gran carga de trabajo.