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    Hablan los expertos: "¿Dormir mucho o dormir bien?

    Dr. Francisco Javier González Puertas

    ¿Dormir mucho o dormir bien?

    ¿Dormir mucho o dormir bien?

    Dr. Francisco Javier González Puertas

    Dr. Francisco Javier González Puertas

    Los medidores de la calidad del sueño se basan en tres conceptos fundamentales: profundidad, duración y continuidad. Una triple combinación que no todo el mundo es capaz de alcanzar y que, de hecho, cada vez es más complicado lograr en la sociedad actual.
     

    Para el Dr. Francisco Javier Puertas, jefe del Servicio de Neurofisiología y de la Unidad del Sueño de la Universidad de la Ribera, existe una razón por la que ni dormir mucho ni dormir bien es algo habitual; el denominado Yet Lag social. “Trabajamos hasta horas tardías, en muchos casos empleamos demasiado tiempo en desplazamientos entre el trabajo y el hogar y, además, cuando llegamos a casa tenemos cosas que hacer. Por si eso fuera poco, el formato prime time empieza a las 23.00h y, además de todo eso, queremos tener vida social”, unos factores que no hacen más que retrasar la hora de acostarse. Si a esto le añadimos que la hora de levantarse sigue siendo invariable, “las horas de descanso adecuadas no cuadran”.

    Los medidores de la calidad del sueño se basan en tres conceptos fundamentales: profundidad, duración y continuidad.

    Lo ideal, en la mayoría de los casos, es establecer un periodo de descanso entre siete y ocho horas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de una medida orientativa y que las horas de sueño pueden variar dependiendo del perfil de la persona y de la edad. En este sentido, según el Dr. Puertas, “hay dormidores largos (con necesidad de más de ocho horas de sueño) y dormidores cortos (con necesidad de menos de seis horas); unos perfiles extremos que apenas llegan al 5% de la población. En cuanto a la edad, los niños necesitan una media de 11 horas y la gente mayor de 65 años pueden tener suficiente con seis horas y una siesta”.


    Y es que aunque la teoría parece fácil, “no existe una conciencia de que hay que priorizar el sueño de una manera adecuada”. El Dr. Puertas destaca el hecho que la sociedad actual sitúa como “una heroicidad” el hecho de dormir poco. “Acabamos por normalizar una situación en la que dormimos una media de cinco horas, tenemos un exceso en la ingesta de café, vivimos con altos niveles de estrés y de ansiedad y nos justificamos pensando que es algo normal debido a las cargas laborales, sociales y familiares. Tenemos tanto que hacer, que al final lo menos importante acaba por ser el sueño”. Un pensamiento desafortunado que no hace sino más que empeorar nuestra salud y nuestro bienestar.

    No existe una conciencia de que hay que priorizar el sueño de una manera adecuada”

    Dr. Puertas

    Las consecuencias de una privación de sueño van desde un aumento del riesgo cardiovascular, hasta un incremento de la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico. Y es que recientemente, tal y como destaca el Dr. Puertas, se ha publicado un trabajo procedente del Centro Nacional de Enfermedades Cardiovasculares en el que se relacionaba “un grupo de población seguido durante varios años cuyo descanso era menor a seis horas con un aumento de entre el 27% y el 31% del riesgo de padecer arterioesclerosis”.
     

    No obstante, y en pro de crear conciencia y cultura de sueño, comienza a haber voces autorizadas en cuestiones cardiovasculares que afirman y ratifican que el sueño es más importante de lo que creemos. “Los cardiólogos hablan de la importancia de la dieta y del ejercicio físico, pero también de un sueño de calidad”, subraya el Dr. Puertas.
     

    Sin embargo, tanto por falta de concienciación como por exceso de preocupación, las horas de sueño acaban siendo insuficientes en la sociedad actual. En el caso de las personas insomnes, uno de los principales factores que impiden conciliar el sueño es la misma preocupación por dormirse.

    El sueño tienen una gran particularidad, y es que si lo observamos demasiado acabamos obsesionándonos con él”

    Dr. Puertas

    En este sentido,  el Dr. Puertas afirma que “el sueño tienen una gran particularidad, y es que si lo observamos demasiado acabamos obsesionándonos con él y entonces no nos podemos dormir. Desarrollamos un insomnio por preocupación”. En estos casos, la persona insomne acaba por relacionar la cama como un lugar de preocupaciones y estrés, donde los estímulos del día vuelven a presentarse y se entremezclan con la ansiedad de las pocas horas de sueño. El resultado es “el cóctel del insomne perfecto”.
     

    Y aunque es complicado para mucha gente, no hay nada más natural que el sueño cuando alguien llega despreocupado a la cama, cuando se va sin pensar en lo que tiene que hacer al día siguiente. El momento de la cama se convierte así en un lugar perfecto para el descanso”.
     

    Finalmente, a la pregunta “¿Dormir mucho o dormir bien?”, el Dr. Puertas afirma, con matices, que “la calidad del sueño va antes que la duración, aunque depende del perfil de la persona”.

    Sin embargo, tanto por falta de concienciación como por exceso de preocupación, las horas de sueño acaban siendo insuficientes en la sociedad actual. En el caso de las personas insomnes, uno de los principales factores que impiden conciliar el sueño es la misma preocupación por dormirse.

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