Compruebe que las válvulas (deben estar completamente cerradas) y las membranas no presentan daños, como grietas, orificios o desgarros. Asegúrese de que las piezas están limpias y encajan bien. Si las válvulas o las membranas están dañadas, sustitúyalas.
Además, compruebe si los cojines o los protectores del pecho están dañados.
Sustituya las piezas desgastadas o dañadas.