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    Anatomía de un diagnóstico del sueño

     

    Si tiene problemas para dormir o si no se siente descansado después de dormir durante toda la noche, tal vez debería visitar a su médico para que le realice un diagnóstico del sueño. Existe una serie de trastornos del sueño que pueden alterar su descanso y poner en riesgo su salud. Pero, en ocasiones, encontrar la causa original puede llevar tiempo. Cuando se trata de un diagnóstico de sueño, no importa el camino que se recorre, sino llegar al destino.

     

    ¿Qué trastornos del sueño podría padecer?

    Son muchos los trastornos del sueño que pueden alterar sus noches, pero haría falta el diagnóstico de un médico un estudio del sueño para averiguar cuál es el que le está afectando. Estos son algunos trastornos del sueño comunes.

     

    La apnea del sueño puede hacer que ronque con fuerza o se despierte varias veces durante la noche. Es posible que se sienta cansado, irritable o que tenga dolor de cabeza. Esto, a su vez, puede provocar estrés en el corazón y poner en riesgo su salud.

     

    La narcolepsia se produce cuando una persona se duerme de forma súbita durante el día, sin previo aviso. Esta situación puede ir acompañada de alucinaciones al dormirse o al despertarse. Las siestas programadas y los medicamentos pueden resultar útiles para tratar este trastorno.

     

    El trastorno del movimientos periódicos de las extremidades consiste en la flexión y extensión de las piernas mientras se está dormido. El síndrome de las piernas inquietas se caracteriza por la necesidad de mover las piernas cuando se está quieto a causa de una sensación extraña. Se puede tratar con medicamentos y terapia.

     

    También podría tener parasomnias, como sonambulismo, somniloquia, bruxismo o pesadillas. Otro trastorno, el trastorno de conducta durante la fase REM, puede hacer que represente gestualmente sus sueños mientras está dormido.

     

    En ocasiones, el problema radica sencillamente en que su ritmo circadiano está desacompasado. El ejercicio físico, una terapia moderada o incluso la toma de suplementos (por ejemplo, de melatonina) pueden ser de ayuda.

     

    Por último, el insomnio es un trastorno que le impide dormirse o permanecer dormido durante un periodo de tiempo prolongado. Hay una serie de factores que influyen, como los movimientos involuntarios durante el sueño, determinados cuadros médicos o una mala higiene del sueño.

     

    Elaborar un diagnóstico del sueño acertado

    Encontrar el diagnóstico adecuado puede llevar tiempo y basarse en el método de ensayo y error. Es posible que su médico le pida que complete un diario de sueño en el que anote la calidad del sueño, lo cansado que se siente durante el día y sus hábitos antes de acostarse. Tal vez tenga que rellenar un cuestionario en el que se recoja su historia médica y su estado de salud. Un médico podría solicitar análisis de sangre para descartar otros problemas médicos.

     

    En ocasiones, los médicos prueban en primer lugar diferentes terapias y tratan de cambiar los hábitos de descanso para determinar si medidas como el ejercicio físico o reducir el consumo de cafeína surten efecto. Es posible que tenga que someterse a un estudio del sueño si las demás pruebas no revelan la causa del problema o si los tratamientos no funcionan.

     

    En qué consisten los estudios del sueño nocturno

    Los médicos recurren a menudo a un estudio del sueño nocturno (también denominado polisomnografía) para determinar la existencia de trastornos como la narcolepsia, el síndrome de las piernas inquietas, la apnea del sueño, el insomnio o los problemas en la fase REM. Para este estudio, tendrá que acudir a un laboratorio de trastornos del sueño, donde un EEG monitorizará sus ondas cerebrales durante las fases del sueño REM y no REM. Por medio de otros sensores se monitorizarán sus movimientos oculares, el tono muscular, los niveles de oxígeno, la respiración, la frecuencia cardíaca, los movimientos corporales y los ronquidos mientras duerme.

     

    Normalmente, llegará al laboratorio dos horas antes de acostarse y llevará consigo un pijama. Se le colocarán los sensores y dormirá en una habitación a oscuras. La mayoría de la gente no tiene mayores problemas para dormir durante el estudio y es posible realizar pausas para ir al baño. Los resultados se analizan y en una cita posterior, su médico le comentará los resultados.

     

    Tratamientos de los trastornos del sueño

    Su tratamiento específico dependerá del diagnóstico de su estudio del sueño. Es posible que se receten un medicamento, que le asignen algún dispositivo postural para que no se quede dormido boca arriba, un dispositivo bucal para corregir la posición de la mandíbula o un CPAP para tratar la apnea del sueño. Algunos médicos recomiendan visitar a un psicólogo del sueño en determinadas situaciones. Es posible también que le pidan que realice algunos cambios en su entorno, por ejemplo, que limite el consumo de cafeína o alcohol, que pierda peso, que cambie sus costumbres antes de acostarse o que duerma en una habitación más fría o más oscura. Todas estas medidas requieren tiempo. Tal vez haya que cambiar un medicamento, ajustar un CPAP o realizar un segundo estudio del sueño si los tratamientos no funcionan.

     

    Recuerde que diagnosticar un trastorno del sueño y encontrar el tratamiento adecuado es un camino. Hay respuestas que no se pueden hallar de inmediato, pero es importante mantener la confianza en los estudios y el tratamiento. En cada etapa del camino se descubre algo que terminará contribuyendo a mejorar la calidad del sueño.

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