¿Qué es realmente el insomnio?

Las personas que tienen problemas para dormir bien suelen hacer el siguiente comentario informal a sus amigos: "¡Uf, vaya insomnio que tengo!" Quizá les cueste dormirse, o quizá se despierten varias veces cada noche y les resulte complicado volver a dormirse. Tal vez los problemas de sueño sean solo puntuales o tal vez continuos. El insomnio es un diagnóstico médico que requiere diversas evaluaciones a cargo de un profesional de la salud, si bien es cierto que cualquier privación del sueño resulta, cuando menos, frustrante.

¿Qué es el insomnio?

Existen dos tipos principales de insomnio: primario y secundario. El insomnio primario consiste en que la persona que lo padece tiene problemas para conciliar el sueño que no guardan relación con otros cuadros o problemas de salud, mientras que el insomnio secundario está causado por una enfermedad, medicamento u otra sustancia. El insomnio también puede ser agudo o crónico, es decir, puede durar un periodo de tiempo corto o suponer un problema constante. Para que el insomnio se considere crónico, se debe padecer esta privación del sueño durante al menos tres noches por semana a lo largo de un periodo de tres meses como mínimo.

¿Cuáles son los síntomas del insomnio?

En lo que respecta a los síntomas, las personas con insomnio padecen cansancio general, somnolencia, irritabilidad e incluso problemas para concentrarse o recordar información importante. La falta de sueño causa todos estos síntomas, y cuanto más acusada es la privación del sueño, más agudos son los síntomas.

¿Qué es lo que causa el insomnio?

Las causas del insomnio son diversas, desde causas circunstanciales como un acontecimiento vital importante hasta el consumo de sustancias externas. Por ejemplo, el fallecimiento reciente de un ser querido o una situación laboral especialmente estresante pueden provocar un insomnio agudo. El dolor o las molestias también pueden alterar el sueño y provocar insomnio, mientras que el consumo de determinados medicamentos también puede causar inquietud. El insomnio crónico, por su parte, puede producirse cuando una persona sufre un cuadro continuo de ansiedad o depresión, estrés o dolor crónico.

Me temo que tengo insomnio. ¿Qué puedo hacer?

Si sospecha que tiene insomnio, lo mejor que puede hacer como primera medida es reflexionar acerca de sus hábitos al acostarse. ¿Se va a la cama a la misma hora aproximadamente todas las noches? Una buena higiene del sueño suele ser el mejor remedio para el insomnio agudo leve y consiste en tener unos hábitos de sueño saludables, como evitar la cafeína, la nicotina y el alcohol antes de acostarse. Los dos primeros son estimulantes que pueden mantenerle despierto y el alcohol, aunque es un depresor, interrumpe el sueño de calidad. Del mismo modo, evite las comidas pesadas y copiosas poco tiempo antes de la hora de acostarse, porque la digestión le mantendrá despierto. Evite todo tipo de pantallas antes de irse a la cama. No vea la televisión, no utilice dispositivos para libros electrónicos ni navegue con el teléfono. Toda esta luz brillante puede alterar su capacidad para relajarse y dormirse. La habitación debe estar a oscuras, en silencio y en calma para favorecer la llegada del sueño. Si ha puesto en práctica todas estas medidas durante varias semanas y no ha experimentado ningún cambio, tal vez sea el momento de visitar a su médico para que le ofrezca más información acerca de las ayudas y los estudios del sueño. El insomnio resulta frustrante, pero en la mayoría de los casos, se puede remediar con unos cambios en el estilo de vida. Las personas que padecen insomnio crónico pueden recibir ayuda en forma de medicamentos, estudios del sueño y otras terapias. La calidad del sueño es importante para disfrutar de la vida. Por ello, debe tomarse en serio cualquier posible indicio de insomnio.