Las claves para renovar tu rutina matinal  

Durante este momento sin precedentes, nuestras rutinas se han alterado como nunca. Para la mayoría de nosotros, la prisa por las mañanas para levantarse e irse a trabajar se ha sustituido por un pausado paseo hasta la cocina. Allí, nos preparamos un café o té, o puede que un vaso de zumo, y contemplamos el día que tenemos por delante. Por suerte, ya llevas la ropa del trabajo puesta. 

Pero el tiempo extra en casa que nos ofrece este momento poco habitual nos da la oportunidad de introducir nuevos rituales en nuestras vidas. Podemos pintar esa habitación de la casa que necesita una renovación, ponernos al día con esos libros que tenemos en la mesilla de noche y ayudarnos enormemente personalizando algunas rutinas personales sencillas que pueden tener un tremendo efecto en nuestro bienestar físico y mental. 

Una de esas rutinas es cómo empezar cada día. 

Renovar nuestra rutina matinal

La mañana puede ser el momento en el que estamos más perezosos. A menudo, nos despierta el inoportuno sonido de la alarma y salimos de la cama a regañadientes. En ese momento, haríamos lo que fuera por unos pocos minutos (u horas) más de sueño. Vamos dando tumbos hasta el baño, confiando en que una ducha caliente nos llene de suficiente energía para llegar a esa preciada primera dosis de cafeína.  

Sin la presión matinal de salir corriendo de casa a trabajar, podemos disfrutar realmente de las mañanas y movernos a un ritmo relajado pero resuelto. Y podemos emplear las primeras horas del día en preparar el camino para muchas horas productivas y exitosas. 

Las rutinas nos ponen en orden durante los momentos extraños, estresantes e inusuales, y no hay nada más fundamental que el inicio del día.  

Sentirse renovado y lleno de energía cada mañana puede cambiarlo todo, desde la eficiencia en nuestro trabajo hasta lo bien que nos comunicamos e interactuamos con los demás y nuestro compromiso con completar las tareas diarias. 

Sacar el máximo partido a la mañana 

Despertarse va en tándem con un sólido ritual a la hora de irse a la cama. Si es una rutina bien establecida, dormirás mejor por la noche. Aquí te explicamos algunas formas de crear las condiciones adecuadas para indicar a tu cuerpo que es momento de empezar un nuevo día: 

1. La clave para hacerlo es inundar tu espacio de la mayor luz posible. Al hacerlo, enviarás una señal a los ritmos circadianos de tu cuerpo de que el día ha comenzado. Piensa en la luz como el despertador de la naturaleza, que funciona mucho mejor que el chirriante sonido de una alarma. 
   
2. Si tienes que poner una alarma, puede ser mejor experimentar con el uso de un sonido natural, como el trino de los pájaros, para ayudar a dormirte, en lugar de que te sobresalte el zumbido de una alarma. 
3. Puedes usar el sentido del olfato como ayuda para despertarte. El romero, la menta y el limón son esencias que llenan tu cuerpo de energía. Estas esencias se pueden introducir en forma de agua caliente con limón o mediante el uso de aceites esenciales en un difusor o durante la ducha matinal. 
4. Podemos decantarnos por una bebida con cafeína para empezar el día, pero es mejor consumirla solo después de que te hayas hidratado. Es importante mantenerse hidratado durante todo el día, pero nunca tanto como por la mañana.  Por eso, empieza el día con agua y luego cafeína, especialmente si haces ejercicio poco después de levantarte, lo que puede ser una forma estupenda de ponerse en marcha por la mañana.  
5. Por último, no tengas miedo a hacer que las mañanas sean divertidas. Aprende a hacer unos huevos revueltos increíbles para desayunar como recompensa. Crea una lista de reproducción matinal con algunas de tus canciones favoritas y mueve un poco el esqueleto en tu habitación cuando salgas de la cama. 

Independientemente de cómo lo hagas, utiliza el poco tiempo extra que tienes ahora para hacer que tus mañanas sean algo especial que esperar cada día.