Los mitos sobre el sueño no son simplemente inofensivos cuentos de viejas. Pueden debilitar gravemente tu salud si provocan que adoptes hábitos de sueño deficientes y disuadirte de buscar ayuda para un trastorno del sueño. Sin embargo, abundan las ideas equivocadas sobre el sueño. En un reciente estudio sobre salud del sueño, los investigadores recopilaron una lista de afirmaciones cuestionables sobre el sueño extraídas de reportajes de prensa. Luego, pidieron a expertos en el sueño que valoraran el grado de falsedad de cada afirmación. Estos son los ocho mitos que valoraron como más erróneos. Mito 1: tu cerebro está inactivo mientras duermes. Para un observador externo, puede parecer que no ocurren muchas cosas mientras duermes. Pero en el interior, tu cerebro es un hervidero de actividad. Entre otras cosas, está consolidando los nuevos recuerdos, fortaleciendo las conexiones dentro del cerebro y, a veces, incluso creando ideas nuevas. Mito 2: ser capaz de quedarte dormido en cualquier parte significa que duermes estupendamente. En realidad, caer rendido en cualquier momento y lugar podría ser un síntoma de un trastorno del sueño, como la apnea. Si no se trata, la apnea del sueño aumenta el riesgo de padecer una gran variedad de problemas de salud, como un ataque al corazón, un ictus y diabetes de tipo 2. Asegúrate de comprobar este síntoma. Mito 3: a muchos adultos les basta con dormir cinco horas o menos. Los requisitos a la hora de dormir varían ligeramente en cada persona. Sin embargo, las directrices de la National Sleep Foundation señalan que la mayoría de los adultos necesita al menos siete horas de sueño cada noche para rendir al máximo. Mito 4: puedes entrenar tu cuerpo para que funcione igual de bien aunque duermas menos. Puedes acostumbrarte a funcionar durmiendo menos, pero eso no significa que estés a pleno rendimiento. La cronificación del sueño insuficiente se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y depresión. Mito 5: a tu cuerpo no le importa la hora del día a la que duermas. Es mejor dormir durante el día que no hacerlo en absoluto. Sin embargo, los trabajadores con turno de noche a menudo tienen problemas para quedarse dormidos una vez que están en la cama. Es probable que se deba a la alteración de su ciclo de sueño-vigilia natural, que está estrechamente vinculado con la exposición a la luz. Mito 6: tumbarte en silencio con los ojos cerrados es casi tan bueno como dormir. Aunque parecen similares, dormir y estar tumbado despierto son estados muy diferentes. Si no desconectas, te perderás los cambios en la función cognitiva, cardiovascular, metabólica y hormonal que se producen mientras duermes. Mito 7: si no puedes dormir, debes quedarte en la cama y seguir intentándolo. Suena admirablemente persistente, pero es contraproducente. Si no te quedas dormido en 20 minutos, es mejor salir de la cama y hacer algo relajante. Aléjate de tu smartphone, tableta y portátil, que emiten luz azul que estimula el estado de alerta. Cuando te entre sueño, vuelve a la cama. Mito 8: los ronquidos altos son molestos, pero inofensivos. Además de interrumpir el sueño de tu pareja, los ronquidos fuertes frecuentes pueden ser un síntoma de apnea del sueño. Por eso, no te los tomes como una mera molestia y háblalo con tu médico.
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