Si tienes enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), sabrás que los brotes pueden dificultar la respiración e impedirte hacer las cosas que te gustan. Unos brotes frecuentes también pueden hacer que la EPOC evolucione más rápido. Por suerte hay algunas cosas muy sencillas que puedes hacer para minimizar los brotes y respirar mejor.
Nada de tabaco. Fumar es la principal causa de EPOC. Incluso ser fumador pasivo puede irritar los pulmones y causar un brote. Habla con tu médico para recibir la ayuda que necesitas para dejar de fumar y evita espacios donde haya fumadores.
Mantén a raya los gérmenes. Como sostiene la COPD Foundation, muchos brotes están relacionados con infecciones. Por ello, reduce las posibilidades de enfermar lavándote las manos con frecuencia y manteniéndolas alejadas de la cara (utiliza desinfectante para manos cuando no puedas lavártelas). Evita las aglomeraciones durante la temporada de resfriados y gripe, y sigue el calendario de vacunas contra la gripe, la neumonía y la tos ferina.
Ejercicio. Puede resultar difícil, pero el ejercicio habitual puede fortalecer los músculos respiratorios y mejorar la resistencia. Prueba con una actividad moderada, como caminar.
Lleva una dieta saludable. Comer alimentos adecuados puede mantener el cuerpo fuerte y ayudarte a mantener un peso saludable, lo que facilita la respiración. Habla con tu médico o con un nutricionista debidamente cualificado para elaborar una dieta que cubra tus necesidades nutricionales.
Despeja las vías respiratorias. Los conductos de aire llenos de mucosidad pueden dificultar la respiración. Para reducir su acumulación, utiliza un humidificador y bebe abundante agua, que puede diluir la mucosidad y evitar que se acumule.
Evita los irritantes pulmonares. La contaminación del aire, los vapores químicos y el polvo pueden cargar los pulmones y provocarte un brote. En los días en los que la calidad del aire no sea buena, intenta permanecer en el interior con las ventanas cerradas. Si tienes que pintar o fumigar la casa, busca otro lugar donde quedarte hasta que terminen los trabajos.
Sigue el tratamiento del médico. Aunque respires bien, acude habitualmente a la consulta de tu médico para que supervise tu función pulmonar. Además, debes cumplir las pautas de los medicamentos que te han recetado, que te ayudarán a respirar mejor y a mantener a raya los brotes, tal y como menciona la American Lung Association.
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