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Por qué a las mujeres les cuesta más dejar de fumar      

Hay pruebas que sugieren que las mujeres pueden ser más susceptibles que los hombres a los efectos adictivos del tabaco y desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Según los National Institutes of Health (Instituto Nacional de Salud estadounidense), hay muchos estudios que indican que a las mujeres les cuesta más trabajo dejar de fumar. La culpa es de las emociones: según un estudio reciente financiado por el National Institute of Drug Abuse (Instituto Nacional contra el Consumo de Drogas de EE. UU., NIDA), para las mujeres es más difícil dejar de fumar debido a las razones por las que empezaron a hacerlo.

En el caso de los hombres, con frecuencia siguen teniendo una fuerte necesidad física de nicotina después de más de una semana de haber dejado de fumar, lo que puede satisfacerse con los métodos tradicionales utilizados para dejar el hábito, como el parche de nicotina.

Para las mujeres, fumar no es tanto una necesidad de nicotina sino de efectos emocionales y alivio del estrés, motivos que no pueden satisfacerse con un parche.

Estos resultados se determinaron en gran parte mediante exámenes cerebrales a hombres y mujeres fumadores y no fumadores en los que se mostraron las partes del cerebro afectadas por la nicotina en cada sexo.

En un artículo publicado en el sitio web del NIDA, la Dra. Kelly Cosgrove, de la Yale Medical Schools, señaló que "las funciones de las regiones en las que hombres y mujeres sufrieron cambios inducidos por la nicotina se corresponden con las diferencias en sus patrones de tabaquismo". Los hombres que participaron en el estudio experimentaron cambios en el cuerpo estriado, que "genera sentimientos de placer y recompensa y regula las funciones cognitivas y el movimiento", explica Cosgrove, después de dejar de fumar. Se ha demostrado que las terapias de reemplazo de la nicotina son eficaces para resolver los problemas de ansiedad por un cigarrillo para los hombres fumadores.

Sin embargo, las mujeres presentaron cambios en el tálamo, que "regula el flujo de información sensorial entre la corteza y las áreas del cerebro asociadas con la emoción y la motivación", indica Cosgrove.

Las terapias de reemplazo de la nicotina no resuelven estos problemas emocionales relacionados con dejar de fumar. Las mujeres pueden sufrir depresión mientras intentan dejar de fumar.

Las terapias de relajación son una opción para las mujeres que tratan de dejar de fumar, pero aún hay que investigar más sobre tratamientos alternativos más allá de las terapias de relajación que no se centran en el reemplazo de nicotina. Por ejemplo, hay que estudiar más el papel de la progesterona, una hormona femenina producida en los ovarios, en relación con los hallazgos de esta investigación.

Las mujeres que han tenido problemas para dejar de fumar mientras utilizaban terapias de reemplazo de nicotina pueden encontrar este estudio alentador, especialmente porque continúa la investigación sobre el tabaquismo orientada a las mujeres.

Consulte siempre a un médico sobre las opciones para dejar de fumar que podrían funcionar mejor para su situación.