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    ¿Pueden tener mascotas los niños asmáticos?

     

    Probablemente uno de los dilemas más emocionales a los que se enfrentan las madres de niños asmáticos es si permitir o no que un niño tenga mascota, o si poner en adopción o no a una mascota que ya está en casa. No obstante, hay algunos aspectos fundamentales que las madres deben tener en cuenta sobre este problema en concreto que pueden facilitar esas decisiones.

    Para empezar, asegúrese de que exista un problema

     

    La buena noticia es que los niños asmáticos no siempre son alérgicos a los animales. Según la revista Parents, la mejor forma de averiguar si existe el problema es que un alergólogo los examine. El American College of Asthma, Allergies, and Immunology (ACAAI) está de acuerdo con esta afirmación, y añade que las pruebas de alergia son muy importantes, ya que pueden ayudar a los padres a conocer exactamente cuáles son las alergias de su hijo para evitarlas mejor.

    Elija bien su mascota

     

    Otra forma de reducir al mínimo los problemas es que elija bien su mascota. La revista Parents también señala que, aunque los perros y los gatos sean sin duda la elección preferida como mascota en EE. UU., los padres deben ser prudentes. Ningún perro ni gato es realmente hipoalergénico, ni las mascotas de pelo corto o sin pelo son siempre la mejor opción. Esto se debe a que la mayoría de los niños no reaccionan al pelo de la mascota, sino a la caspa (células cutáneas muertas) y a la saliva, que todos los gatos y perros tienen en cierta medida. Dicho esto, según la editorial Everyday Health, los perros más pequeños y ciertas razas como los caniches pierden menos pelo y podrían ser una mejor opción.

     

    Algunas mascotas alternativas son los peces (una de las mejores opciones para los niños asmáticos), los reptiles, como las serpientes (aunque existe el riesgo de exposición a la salmonela), e incluso los erizos, que no tienen caspa ni pelo; sin embargo, es ilegal tenerlos en muchos estados de EE. UU., por lo que es necesario conocer las leyes del estado antes de tomar una decisión.

    Limpie y reduzca al mínimo la exposición

     

    Si tiene un gato o un perro y su hijo es alérgico a él, pero quiere tenerlo como mascota, existen formas de reducir al mínimo el impacto que tendrá en el asma de su hijo. Pase la aspiradora y limpie el polvo de forma habitual o piense en la posibilidad de dejar a su gato o perro fuera de la casa. Al menos, asegúrese de que en el cuarto de su hijo no entren mascotas. La editorial Everyday Health también señala que es importante que las mascotas no se acerquen a los muebles, ya que pueden dejar pelos, caspa u otros alérgenos en la tapicería, y que se utilice un filtro HEPA para que el aire de la casa de mantenga limpio.

     

    El tema de las mascotas y los niños puede ser difícil. No obstante, si tiene en cuenta estas cuestiones, puede reducir al mínimo el problema y dejar que su hijo disfrute de la alegría y responsabilidad que conlleva tener una mascota, al mismo tiempo que controla bien su asma.

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