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¿Sientes que tu estado de ánimo mejora después de un paseo por el parque o el bosque? ¿Te gusta pasar tiempo rodeado de naturaleza, especialmente cuando estás estresado? No eres el único. Según un estudio, el 95 % de las personas entrevistadas afirmó que pasar tiempo al aire libre mejoraba su estado de ánimo.1. Aunque no se han realizado estudios aleatorios y controlados sobre el efecto de contacto con la naturaleza en el bienestar mental, los resultados de otras investigaciones que respaldan este hecho son bastante sólidos. Incluso si a los científicos les resulta difícil establecer una relación clara, basta con pasar un par de horas en un entorno natural para experimentar los beneficios. Veamos cuáles son estos beneficios y algunos consejos sobre cómo incorporar la naturaleza a nuestras actividades diarias.
Como hemos mencionado, un estudio determinó que el 95 % de las personas entrevistadas afirmaron que su estado de ánimo mejoraba al pasar tiempo al aire libre.1 Se sentían menos deprimidos, estresados y nerviosos, y más relajados y equilibrados. Otro estudio demostró que pasar tiempo en contacto con la naturaleza está relacionado con un estado de ánimo positivo, el bienestar psicológico y la vitalidad.2 En pocas palabras: las personas que pasan más tiempo en la naturaleza suelen ser más felices.
Puede que dar un paseo al aire libre sea lo último que se te pase por la cabeza cuando estás estresado. Lo más probable es que sigas haciendo lo que tienes entre manos para terminarlo cuanto antes. Sin embargo, se ha demostrado que esa estrategia no es la correcta. Algunos estudios señalan que pasar tiempo en la naturaleza evita y calma el estrés, siempre que sea en un entorno seguro. La naturaleza no solo puede contribuir a reducir la presión arterial, aminorar la agitación del sistema nervioso y mejorar la función del sistema inmunitario. También puede aumentar la autoestima, reducir la ansiedad y los niveles de la hormona del estrés y mejorar el estado de ánimo. Todo son ventajas.
Un estudio sobre pacientes que se sometieron a cirugía de vesícula biliar reveló otro efecto interesante de la naturaleza sobre nuestro bienestar.3 La mitad de los pacientes tenían desde su cama una vista despejada de un pequeño grupo de árboles, mientras que lo que veía la otra mitad era una pared de ladrillos. Los resultados mostraron que el periodo de hospitalización de los pacientes con la vista de los árboles fue más corto y recibieron comentarios más positivos del personal de enfermería (por ejemplo, "está de buen humor" o "está en buen estado") y por lo general recibieron analgésicos más suaves en comparación con el otro grupo. Por supuesto, los resultados de este estudio no se traducen directamente en una mejora de la salud mental, pero el hecho de que mirar a los árboles tenga tales efectos es bastante clarificador sobre el poder curativo de la naturaleza. Y es probable que esos poderes curativos vayan más allá de la recuperación física.
Todos los estudios mencionados sugieren que la naturaleza nos beneficia como individuos, pero cada vez son más las investigaciones que demuestran que tiene también un efecto positivo en la sociedad como grupo. Un estudio determinó que las personas que pasaban 60 segundos mirando a unos árboles muy altos mostraban con más frecuencia sentimientos de asombro.4 Esto ya es un resultado positivo en sí, pero aún hay más. Estas personas que miraban a los árboles durante un minuto también tenían más probabilidades de ayudar a un extraño y se sentían menos prepotentes que la otra mitad de los participantes en la prueba, que miraron a un edificio igual de alto también durante un minuto. Este estudio aborda una cuestión más amplia, el denominado "déficit de naturaleza", que se refiere a la falta de contacto con el entorno natural. Esto se debe a menudo a las muchas horas que pasamos delante de la televisión o la pantalla del ordenador. El déficit de naturaleza tiene un impacto serio en nuestro bienestar, ya que se ha asociado con la depresión, la pérdida de empatía y la falta de altruismo5.
En el fondo, todos sabemos que deberíamos pasar menos tiempo delante de una pantalla y más al aire libre. Las opiniones de los investigadores varían en cuanto al tiempo que se debe pasar idealmente en el exterior para mejorar la salud mental, que va de 2 horas a la semana6 a 90 minutos al día.7 Sin embargo, algo en lo que la mayoría de los investigadores coinciden es en el hecho de que no basta solo con mirar el paisaje. Hay que sumergirse en la naturaleza para obtener todos los beneficios. Los japoneses ya son muy conscientes de ello. El denominado “baño forestal” (shinrin-yoku) ha sido popular en Japón desde hace décadas. Implica una experiencia sensorial completa en el exterior, que se consigue paseando muy lentamente y de forma muy consciente. Pero si no tienes mucho tiempo (o un entorno natural cerca de casa), pero quieres disfrutar de los beneficios de la naturaleza, tenemos buenas noticias para ti. La investigación demuestra que aunque sean artificiales, las imágenes, sonidos y olores de la naturaleza pueden tener efectos positivos para la salud.8 Escuchar los sonidos de la naturaleza con unos auriculares, por ejemplo, es una forma muy accesible de estar en contacto con la naturaleza. Puede mejorar el estado de ánimo, reducir los niveles de estrés y hacernos sentir más conectados con nuestros allegados. Fuentes utilizadas: 1https://www.cpre.org.uk/discover/peace-of-mind/ 2https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4157607/ 4https://www.apa.org/pubs/journals/releases/psp-pspi0000018.pdf 5https://academic.oup.com/bioscience/article/65/12/1141/223866 6https://www.nature.com/articles/s41598-019-44097-3
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