El asma es una enfermedad pulmonar que afecta a más de 19,2 millones de adultos estadounidenses al año, y suele incluir síntomas debilitantes como la constricción de los bronquios, dificultad para respirar, opresión en el pecho, sibilancias y tos. (1) Algunos asmáticos evitan el ejercicio por miedo a que los síntomas empeoren, pero los estudios demuestran que las personas con asma obtienen mejores resultados para la salud y los síntomas mejoran con el ejercicio. (2) Aquí se analizan las mejores formas de practicar ejercicio con asma y se incluyen algunas recomendaciones sobre asma y seguridad. El mejor ejercicio para los pacientes de asma El mejor ejercicio para los pacientes de asma variará dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de la capacidad de controlar los desencadenantes. No obstante, las siguientes actividades pueden ser beneficiosas para el asma, con algunas advertencias: Reconocimiento y prevención de desencadenantes Con el fin de practicar ejercicio de forma segura, los asmáticos pueden aprender a identificar y manejar sus desencadenantes del asma, y modificar su comportamiento para no practicar ejercicio con condiciones desencadenantes o tomar la medicación adecuada antes y después de la práctica. Entre los desencadenantes comunes se encuentran: Asma inducido por el ejercicio En general, el ejercicio es bueno para los asmáticos; sin embargo, hay una afección conocida como asma inducido por el ejercicio (AIE), provocado por la actividad física, que puede sucederle a cualquiera, incluso a quienes no tienen asma. Sus síntomas de broncoconstricción, tos, sibilancias y opresión torácica imitan los síntomas del asma tradicional(7). Las investigaciones han descubierto que el AIE puede estar causado por el aire que se enfría en las vías respiratorias después del calentamiento del ejercicio, lo que desencadena una estimulación del sistema nervioso parasimpático que provoca la broncoconstricción a través del nervio vago(7). Tanto si solo se tiene AIE como si se experimentan síntomas de asma previo durante el ejercicio, la mayoría de los casos se pueden tratar con medicamentos que permiten que los pacientes practiquen ejercicio de forma regular(7). En general, las personas con asma no deben pensar que tienen que dejar de hacer ejercicio, sino hablar con su profesional de la salud para elaborar un plan con el tipo de ejercicio y en las condiciones adecuadas para ellos.
Cuando el asmático conoce sus desencadenantes, la American Lung Association (Asociación Estadounidense del Pulmón) recomienda algunas estrategias para obtener los beneficios del ejercicio sin provocar síntomas, entre ellas(8):
Fuentes:
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