La llegada de un nuevo miembro a la familia es un motivo de alegría y felicidad, pero también supone toda una revolución a muchos niveles y resulta difícil encajar ciertas rutinas. Los bebés despiertan ternura, nos llenan de amor y alegría, pero es normal que junto a esto nos lleguen miedos y dudas, y un deseo de hacerlo bien con ellos, ¿quién no se ha preguntado en algún momento Cómo cuidar un bebé recién nacido? Que no cunda el pánico, puedes hacerlo y este artículo te ayudará con algunos consejos.
Risas, llantos, juegos, siestas... Si estas familiarizado con estas palabras, seguramente convivas con algún pequeño en casa y si es así estarás de acuerdo en la energía y dedicación que requiere cuidar de un menor, sobre todo cuando se trata de bebés recién nacidos. Les ocurre sobre todo a padres primerizos, pero éstos no son los únicos que en ocasiones encuentran dificultades para crear un entorno en el que puedan confluir, por ejemplo, el trabajo y la crianza sin acabar desbordados. Si has llegado hasta aquí, sigue leyendo, cuidar de tu bebé en casa es más sencillo de lo que hasta ahora pensabas:
1. Vigilancia: tener controlados a los pequeños es imprescindible en su cuidado. No perderles de vista y seguir sus movimientos harán que tanto el pequeño como tú os sintáis seguros. Para esta tarea en los ratos en que el bebé duerme es ideal echar mano de una cámara vigilabebés. Aprovecha esos momentos para teletrabajar o adelantar tareas que requieren de mayor atención sin desatender a tu retoño.
La conexión ideal para su bebé
La conexión ideal para su bebé
2. Atiende su llanto: durante los primeros meses los bebés se comunican a través del llanto, escúchalos y establece conexión con sus necesidades, poco a poco sabrás qué necesita en cada momento sólo con oírlo, esto o conectará y os hará fluir mejor. 3. Respeta sus ritmos: a edades tempranas las necesidades de nuestros hijos son limitadas, alimentación, baños, cambios de pañal, sueño y amor. Deja que la naturaleza haga su papel, cubre sus necesidades básicas mientras escuchas las tuyas. 4. Acepta su ayuda: deja que colaboren en las tareas del hogar, se sentirán protagonistas y tú disfrutarás de cierto desahogo. Hacerles partícipes también es cuidar de ellos.
Cuidar de un recién nacido y de la infancia en general tiene sus momentos duros, pero será mucho más sencillo si cuentas con ayuda y si dejas actuar a tu instinto. Usa cámaras de vigilancia, portea o pon música si eso te facilita esta inmensa e importante labor que es acompañar y sostener a los más pequeños.
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