Esto se debe a que el receptor dispone de un realce de vídeo que le permite disfrutar de una calidad de vídeo de la más alta definición posible admitida por el televisor.
La frecuencia de cuadros de los contenidos de vídeo del sintonizador por cable/satélite quedará preservada, de forma que no haya ninguna sacudida de movimiento a causa de la conversión de la frecuencia de cuadros.